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OPINIÓN

 

Un año después de 2024.

 

Lic. Abel Vergara López - Abogado.

Ciudad de Panamá, lunes 5 de mayo de 2025.

 

Un año se cumple desde las elecciones generales en Panamá de 2024, en que también concluye el primer periodo legislativo y los primeros nueve (9) meses de gestión del Órgano Ejecutivo, cuya máxima prioridad al llegar al poder, fue modificar la ley de la Caja de Seguro Social. Agrupaciones de educadores han mostrado en las calles su rechazo a la Ley 472 y se han sumado gremios de la construcción, suspendiendo clases y el año escolar, así como las obras de sus agremiados. Los médicos y enfermeras amenazan con unirse al paro y los originarios de la Comarca Ngäbe con cerrar el paso vehicular en Chiriquí, tal como ocurrió en 2023 con las protestas contra el contrato minero. Y si todo esto no fuese suficiente, está la posible reanudación del proyecto en Donoso y el memorándum de entendimiento con el gobierno norteamericano, que legaliza la presencia del ejercito extranjero (una vez más) sin considerar la posible violación al Tratado de Neutralidad del Canal de Panamá.

 

Resulta incluso extraño que todo ocurra a la vez y que la población esperanzada a la llegada del prometido auge económico (Chen Chen), sienta que estamos en una situación desesperante: el desempleo no disminuye, el costo de la vida sigue en aumento, los productores agropecuarios se sienten desprotegidos con el aumento de aranceles y el consecuente incumplimiento de los tratados comerciales, por lo que parece la “tormenta perfecta” para los que pescan en “rio revuelto” con las protestas, a las que también se han sumado ahora, el movimiento que liderizó en 2023 la protesta minera. Incluso ya se comenta que está en riesgo la democracia, por la exigencia de algunos manifestantes de solicitar la salida de los gobernantes, quienes no han logrado apaciguar los ánimos e incluso, les acusan de haber entregado la soberanía al permitir el regreso de tropas norteamericanas a nuestro territorio nacional.     

 

Lo cierto es que el clima de incertidumbre, no atrae inversiones y ocasiona que los que ven nuestro país como un sitio propicio para los negocios, prefieran ahora llevar su dinero hacia otros destinos, lo que en nada nos beneficia. El conflicto arancelario que ha ocasionado la llegada a la Casa Blanca de un sujeto que prefiere la confrontación al diálogo, es también un tema que debería encontrarnos unidos y no divididos, hace falta ese liderazgo que propició en 1987 la lucha contra la corrupción, que se mantiene dentro del Órgano Legislativo con las exorbitantes planillas de allegados y copartidarios políticos.  

 

Lo que tanto nos costó lograr con la conquista de nuestro territorio, no puede desaparecer con la firma de un acuerdo que permite la presencia extranjera, como nos acusaba falsamente el gobierno norteamericano que ha reintegrado a la antigua zona canalera los soldados de su ejército, con la supuesta excusa de evitar que comunistas chinos, tomen el control y es precisamente lo que están haciendo en abierta violación del Tratado de Neutralidad, vigente desde 1977 y que fue ratificado en un referéndum, tal como ocurrió con la ampliación del Canal de Panamá.    

 

Es hora de deponer actitudes. Incluso dentro de la iglesia católica cuando se disponen a elegir un nuevo pontífice, encuentran el consenso para escoger a su líder. Siempre nos ha caracterizado nuestra capacidad de resolver los problemas y el momento actual nos llama a pensar bien hacia donde queremos llegar, antes que sea demasiado tarde.